Futuro.

      A lo largo de este tiempo que he estado más o menos desaparecida del blog, siempre estuve con las preguntas en mi mente: “¿Qué escribo?” “¿Sobre qué escribo? La verdad, es duraba horas y horas pensando, buscando la manera de escribir algo bueno, algo que de verdad valiera la pena leer, que valiera la pena de que dijeran “¡wow! otras personas deben leer esto”. Siempre veía cosas, momentos, personas e imaginaba un gran post y lo imaginaba con gran receptividad, muchos comentarios, imaginaba el futuro... pero luego la inseguridad se apoderaba y hacía preguntarme “¿Será que funcionará ese post?”. Entonces un día decidí dejar de pensar pero al mismo tiempo pensar más, decidí dejarlo estar y ya; muchos me dijeron “Queremos un nuevo post” mientras yo me entristecía por no poder dárselos, por no ser capaz de escribir algo nuevo, algo que impactase. No sé si estaba en el momento para escribir un nuevo post, no sé si la situación en la que estaba era la correcta para escribir algo.

      Lo cierto es que sí he escrito, he escrito muchas cosas que me han pasado, que he sentido y que quizás ustedes también han pasado por ello, cosas por las que pasa cualquier adolescente y aquel que me diga que nunca ha pasado por eso es una gran mentira. En todos estos meses la incertidumbre se apoderó de mí, de mis pensamientos, de mis ideales, de cómo sentirme y hasta de como pensar ¿y a cuántos no les ha pasado? Quisiera que me dijeran si alguna vez en su vida no se han sentido entre la espada y la pared entre lo vacío y lo lleno a punto de desbordar, desbordarse de emociones, lagrimas, pasiones, risas, tristezas, en fin, que se desbordase el alma. Y es que así somos un vaivén de emociones, de sentimientos, de pensamientos y de todo, aunque no lo creamos todos estamos en una inestabilidad emocional, todos en un momento estamos de buen humor al otro estamos de mal humor en otro momento estamos tristes, siempre estamos cambiando, claro literalmente esa no es una definición de lo que es inestabilidad emocional, pero colocándolo en este contexto más o menos sí. 
 Siempre que nos ven nos dicen que algo hay diferente en nosotros; ya sea en la forma de como caminamos o en la forma de como vestimos, como hablamos, como reímos, como nos portamos y sobretodo en la forma de como miramos. Yo siempre he pensado que la mirada no miente, la mirada es la verdad que no podemos decir o que no nos atrevemos a decir. En la mirada de alguien podemos descifrar si está triste, contenta, paranoica y un tanto loca/o ¿si me entiende? Lo que pasa que algunas personas si saben mirar mientras que otras ven sólo por ver, ven porque Dios les dio el don de la vista más no porque en realidad están viendo lo que se supone que debería ver, un ejemplo claro “Padres” a veces ellos no ven lo que nosotros queremos que vean, a veces queremos que vean que no somos felices haciendo lo que ellos quieren que nosotros hagamos y nos digan “Hijo/a si no quieres eso, déjalo”
     |
     Para poder escribir este post he pasado por tres libros, casi más de 4 meses, y una infinita lista de emociones inestable que ustedes ni se imaginan. En uno de esos tres libros que leí uno donde Paulo Coelho  tiene un recopilación de vivencias, relatos, y anécdotas que ha vivido y al momento que llegue a leerla de algún modo fue como una especia de ¿señal? Digámoslo así, si, fue una especie de señal “La vida nos pide a gritos: ¡CREE!”. Y quizás eso era lo que me faltaba a mí o le faltaba a ustedes, creer; quizás yo no creía en mí y en mis habilidades para poder hacer este post, porque estaba tan centrada en que quería que fuera algo grandioso, algo espectacular, estaba tan centrada pensando en como quería que fuera el futuro de este post y estaba obviando la parte importante, el tema, el vivir para contar y ayudar por medio de mi escritura, el poder organizar mis ideas para poder plasmarlas aquí, quizás me faltaba creer que si podía y si puedo. Y tú, que si has llegado hasta aquí ¡CREE! que si tú no crees en ti, entonce ¿Quién lo hará?

     “Si no luchas contra lo que está mal (aunque parezca superior a sus fuerzas) jamás encontraremos el camino correcto” algo más extraído del libro de Paulo, y hay tanto que decir sobre esto pero quiero que sean ustedes quienes saquen sus propias ideas según la etapa que están en sus vidas. Quiero que sean ustedes quienes hagan un ¡Stop! y te permitas pensar, piénsate, analízate. Porque aunque no nos guste aceptarlos nosotros somos los que estamos mal, somos los que nos hacemos daño y lo transmitimos,  somos los que no nos permitimos avanzar, nosotros somos quienes nos matamos. Somos quienes son la “sociedad dañina” de la que tanto muchos hablamos.  ¿Por qué? Porque día a día nos cerramos a saber cosas nuevas, día a día nos enfrascamos en una rutina que aunque no la veamos estamos esclavizados a ella, porque día a día no queremos ver más allá de las narices del otro, día a día sabemos menos y día a día nos vamos perdiendo y hacemos perder a los demás. 
Durante todo este tiempo me encontré como ya dije antes entre la espada y la pared, entre el vacío y lo lleno, en estos tenía una decisión importante que tomar, debía decidir sobre mí, mi futuro y yo no quería, no quería ni quiero saber nada mi futuro, no quiero planearlo, no quiero estudiar para “preparar mi futuro”, no quiero ser como ya casi la mayoría de las personas son: enfrascadas en un “preparando mi futuro”. Siempre, desde que nacimos nos inculcan  que hay que pensar en el futuro, nos ponen a hacer planes de vida, nos preguntan qué queremos, cómo queremos lograrlo, etc... ¿Qué tiene de especial el futuro? Si el futuro es toda la recopilación de vivencias vividas, amistades ganadas y perdidas aquellos cuentos de cuando fuimos a nuestra primera fiesta, cuando tuvimos nuestro primer novio, cuando dimos nuestro primer beso, a mi parecer de eso se basa el futuro. De todo lo que hicimos para llegar a él, muchos dirán no que tal que es lo mismo si estudiamos y vamos a fiestas y bla bla bla, pero, ¿realmente mientras estudiaban e iban a fiestas se gozaban la vida como se debería gozar? Cuando hablo de gozar la vida no es ir a una fiesta todo los fines de semanas, es ver, sentir, creer, esperanzarse y siempre mantener fijos nuestros sueños reales. Siempre estar claro de lo que queremos pero siempre sintiéndonos bien en ese proceso.

      Tener una carrera pensando en el futuro, tener un trabajo una familia, quizás ir al gimnasio una vez por semana, unas salidas familiares una vez por mes y un sexo con tu mujer/esposo una vez cada quince días ¿eso es lo que de verdad quieres? Que todo el proceso de estudio de esa carrera sea un infierno para ti, sea lo peor, te sientas mal y se te quiten las ganas de vivir, para que al final tengas una rutina como la de cualquier otra persona, y estar vacío porque tus esperanzas y sueños se esfumaron cuando entraste a la adolescencia ¿en serio? ¿Es lo que de verdad quieres? Una rutina, porque para eso estudiamos tanto, nos preparamos y toda la cosa, para eso, para tener una rutina. ¿Ustedes de verdad no quieren dejar huella en esta vida? ¿De verdad estamos tan esclavizados a ser lo que los otros quieren que seamos?  ¿Se olvidaron de que hay que vivir?

      ¿EN QUE PARTE DE NUESTRA VIDA VIVIMOS? El niño, se queda siendo niño quiere ser como un superhéroe, quiere ser importante, quiere ser alguien, el niño tiene ilusiones y metas, el niño es inocente, el niño tiene su norte fijo y sabe cuáles son sus sueños. El adolescente, los adolescentes somos los que más sufrimos porque estamos en medio de todo. De seguir siendo un niño y tener nuestras metas, sueños, ser alegre y estar bien consigo y entre sacrificarnos dejar nuestro sueños a un lado y “pensar en el futuro” vuelvo y repito ¡¿Qué tiene de especial el futuro?! ¿Por qué nuestra vida siempre tiene que basarse en el futuro? ¿Qué pasa con viajar, conocer personas, aprender la cultura de otros paises? ¿Qué pasa con nosotros?.  Lo peor de todo es que la mayoría de los adolescentes si sacrificamos y es lo más triste del mundo porque nos da miedo seguir siendo niños dejan atrás su sueños, sus metas, sus aspiraciones y hasta su forma de ser, los adolescentes de hoy día dejan de ser adolescentes para convertirse en el robot de mamá y papá, para convertirse en “El futuro”.

En algún momento de la vida del adolescente en ese punto donde no sabemos si seguir siendo niños o un robot, es cuando estamos más perdidos, es cuando decimos a gritos ¡¿Quién soy?! ¡¿Quién quiero ser?! ¡No quiero ser lo que quiere sea mi mamá o mi papá! Y allí nos quedamos en esas preguntas y esas exclamaciones que nunca sacamos a la luz y antes de que podamos decidir ya somos unos robots, ya estamos iniciando una carrera que no es la que apasiona a tu alma, antes de decidir ya somos nuestros padres y ya estamos en nuestro futuro, antes de que decidamos ya somos nadie, porque ni eres ni tú mismo y ya no eres de mamá o papá, simplemente estas, por el camino que  valga la redundancia te encaminaron tus padres, ya estás en esta vida por estar. ¿Algún día se romperá el paradigma de que vivimos para preparar nuestro futuro?

En serio, estoy tan cansada en que siempre tengamos que pensar en eso, prepararnos para eso, cómo que si no importara más nada en esta vida que no fuera el futuro. Si a ti por ejemplo te gusta una carrera que según tus padres “no tiene demanda de trabajo” ¿qué más da? Si eso significa que le vas a echar todas las ganas del mundo, te gustará estudiar, vas a sentirte bien, ¿qué más da que no tenga demanda de trabajo? Aunque eso es mentira, porque si tu disfrutas lo que haces, si tú eres bueno/a en lo que te apasiona, créeme que te sobrará trabajo.
       Una vez un sacerdote amigo me regalo un libro y en la dedicatoria me dijo “Se una estrella, pero no fugaz”. Y siempre la tengo presente, quiero ser una estrella, quiero brillar pero no un brillo momentáneo, un brillo que valga la pena ver. Y eso es lo que aún me queda un poquito de esperanza en mí y en todos esas personas que están así estancadas pensando el futuro, que están indecisos porque así como ellos los están yo también lo estuve y quizás todavía estoy un poco. Me encantaría que algún día más y más Venezolanos seamos mejores cada día, más apasionados, más reales y más diferentes. 

Como siempre mis post siempre se tienen que pasar de extendidos, pero, creo que valió la pena, quiero que sepan que me sentí muy bien al por fin escribir esto para ustedes y de alguna u otra manera desahogarme, espero que les guste muchisisisimo este post y lo puedan compartir, prometo ahora sí tratar de publicar más seguido.

Un abrazo de otro planetta con cariño, G.

Comentarios

Publicar un comentario

Si quieres decirme algo, puedes comentar aquí