AN EMPTY GIRL

En lo que va de año sólo he podido pensar en cosas que realmente no me van bien, en cosas que solo redundo mucho y sin querer me torturan. En la penumbra de esta habitación; escuchando el ruido de mi ventilador pienso en: ¿Qué estoy haciendo? ¿Qué haré? ¿Por qué yo en esta vida? ¿Sentirme así está bien? ¿Vivir o morir? ¡Ya no puedo más! ¡No lo soporto! ¡¿Qué hago?!… Es curioso porque a veces sueles coincidir con personas que te dicen haber pasado por ello, pero las ves tan bien que realmente dudas de si  realmente les llegó a suceder algo similar, he estado tan desesperada, me he sentido tan sola que quisiera gritar, quisiera correr, quisiera dejar todos estos pensamientos venenosos de una vez, quisiera tenerlo aquí conmigo, mi persona especial; tan acostumbrada que estoy a la soledad, pero esta amiguita me está haciendo mucho daño, me hace pensar en tantas cosas, querer de su compañía que me abrace, que me vuelva a abrazar y que me quiera, esa compañía que tuve hace poco tiempo y la deje ir…  es difícil acostumbrarse a alguien y dejarlo ir, ¿sabes? Planear algo juntos, incluirlo dentro de tu día a día y que simplemente deje de estar de un día a otro te deja vacía. Te cuestionas a diario si realmente lo merecías, si mereces sentir tantas cosas dentro de ti por él o por ella, si realmente valió la pena o solo fue uno de esos tropiezos que te dejan cosas para aprender. La desesperación, la tristeza, la impotencia y las ganas de llorar que últimamente siempre cargo conmigo me hicieron escribir una vez más, las ganas de desahogarme con alguien la llevaron a buscar lápiz y papel y  de la mejor forma que se, aquí estoy escribiendo…y creo que realmente solo escribiendo es la manera idónea de poder tratar de medianamente aligerar mi carga, mi cruz, mi calvario de cada día, para soltar todo, para de cierto modo pedir disculpas, a mi madre por no ser esa chica capaz de las cosas que ella cree, por no ser esa chica sociable, abierta a nuevas experiencias, y mucho menos por ser esa chica modelo para ser el ejemplo a seguir, a mis familiares, a mí  misma pero, sobre todo a él, por no ser esa chica que fue capaz de soportarlo todo y seguir adelante, pedirle disculpas por derrumbarme tan rápido, pero sobre todo pedirle disculpas por hacerle creer que no me importaba cuando en realidad si fuera por regalar un organo de mi cuerpo que sea compatible con el suyo lo haría sin pensarlo, quizás para quitarme un poco de peso de mis hombros, para liberar algo de culpa, para creer por un rato que todo va a estar bien…
Ahora soy una chica que… ya no tengo amigas, y el único apoyo que tenía lo deje ir, lo aleje sin dar muchas explicaciones, las ganas que tenía de mejorarme emocionalmente para darle lo mejor de mi me alejaron de mi objetivo que era él y nada más que él;  cada vez era más frecuente mis recaídas y aunque él no me dejaba sola me estaba destruyendo, destruyéndolo y destruyendo nuestra pequeña pero hermosa historia aquella historia que solo bastaba de una persona hacerme sentir bien, y aunque no parezca, después de tanto tiempo siguen torturándome los pensamientos, cosas de las cuales ni siquiera tengo culpa, cosas que pasaron y no debían pasar o simplemente pasaron porque así debía ser pero aunque ya todo aparentemente había llegado a su fin mi amor por él seguía y seguirá vivo… todas mis inseguridades y miedos decidieron salir a flote en el momento menos indicado, estallando e hiriendo a todo aquel que siempre estuvo conmigo dándome fuerzas, incluyéndolo a él, se podría decir que tenía muchas personas a mi alrededor y una familia que ciertamente “me apoyaban” en algunos aspectos más que otros pero, estaba sola, siempre sola, no dejaba que nadie se me acercase más de lo que le permitía, mis propias inseguridades no me permitía crear lazos de amistad tan profundos con alguien, de hecho, nunca cree un lazo de amistad tan pero tan profundo que pude haberle llamado mejor amigo/a a alguien, nunca se me ha conocido por ser la más popular del colegio, o ser la más bonita… para mi abuela que siempre era la que veía más allá decía: esta chica esta triste, muy muy triste se daba cuenta que ya no reía, ya no sonreía solo una fingida sonrisa cordial para saludar, que mis ojos y mi mirada era cada vez más triste, más llenas de odio y rencor, más infinita, más vacía…  
No sé qué hacer, tengo tantas cosas en qué pensar, tantas cosas por hacer, por  estudiar, pero también por vivir, necesito sacar más tiempo y distribuirlo mejor; quería cumplir las promesas que hice con ese chico de estar juntos por mucho tiempo; pero, como siempre lo volví a hacer y acabó todo, no he vivido una vida color de rosas como muchos piensan… aunque me disfrace de ser extrovertida, algunas veces risueña y jodedora, en verdad solo las personas que me conocen un poco más allá, saben que no es así, saben que soy una chica triste, una chica casi sin esperanzas, sin sueños y sin metas, una chica vacía; que aunque intente ¡Ya! Dejar de sentirme así, no puedo y no sé si podré; la parte más difícil de todo es cargar con este peso sola, a pesar de tener a muchos conmigo nunca soy capaz de lograr abrirme a alguien sin temor a que me digan algo hiriente o que realmente no le tomen la mínima atención, alguien que pueda comprender todo y sentir lo que siento, que me pasa o como puedo hacer para sentirme mejor; la verdad, quiero crecer, quiero salir de este vacío, ya no puedo más con la misma situación por tantos años, pero es que han sido tantas decepciones (más que todo decepciones por mi), tantas tormentas, tantas historias vividas pero jamás finiquitadas que ya no puedo más, juro por Dios que no puedo, me siento exhausta, cansada, sin fuerzas y sin aliento,  el miedo que me tengo a mi misma me lo arruina todo porque no sé si estropearé todo una vez más o que en el camino meta la pata y no pueda seguir avanzando… es que este miedo de no ser lo suficiente para alguien para ser amada, miedo de que las cosas nunca me empiecen a salir bien, para que me de una vez por todas todo mejore; mis pensamientos me atormentan, me tienen casi al borde de un colapso mental, el miedo es tan grande que tengo  miedo hasta de sentir, de vivir por mí misma y hacer cosas solas, de experimentar cosas nuevas, me aterra no estar a la altura de algo o  de alguien pero a su vez quiero todo lo contrario, quiero arriesgarme, aventurarme, conocer nuevas culturas, ¡quiero vivir!…  esta chica que dejó de hacer sus cosas favoritas que más amaba en el mundo, que poco a poco fue cayendo, ensimismándose y cerrándose a un mundo en el que nadie quisiera estar; porque, es que ni de mi padre sentí  aquel amor, aquellos celos por presentarle a un amigo, aquel beso de las buenas noches, aquella sensación de presumir “al mejor papá del mundo”; esta chica a la que están leyendo está tan rota que hasta las lágrimas que derrama cada día están vacías, están llenas de recuerdos, de ilusiones nunca cumplidas, de deseos guardados en lo más profundo de su corazón y de ganas por hacer tantas cosas que no hizo y supone que no hará en mucho tiempo… Esa chica de la cual leíste aquí es todo lo que soy, es todo lo que tengo, es todo lo que puedo ofrecer; dime ¿lo tomas?...









Una colaboración con: @RoraimaEspinoza
-G...

Comentarios