
Es hora de decir adiós porque entendí que por
más que queramos a una persona y que esa persona nos quiera muchas
veces pueden hacer daño. Así como el tomar la decisión nosotros de
aferrándonos a esa persona también nos
hace daño, ambos estábamos consientes que ese no era nuestra
principal meta pero por circunstancias de la vida así tuvo que ser
y aunque doliera la ruptura fue lo mejor que pudimos hacer, para ti,
para mi, para ambos. Sé que puede ser
difícil de entender al principio cuándo estás demasiado entregado
con alguien y te manifieste que quiera terminar con eso es un poco
chocante, pero, como dije nos hacíamos daño, uno de los dos debía
armarse de valor y atreverse. Así suene repetitivo el tiempo hará
entender las cosas y verlo de una perspectiva distinta. ¿Sabes que
es curioso?
Que así como yo muchas más personas tanto hombres como chicas han
pasado por esto alguna vez en sus vidas, han preferido aferrarse y
por voluntad propia caer en un ciclo dañino tanto para su persona
como para la que estaba con él/ella y
no es algo por el cuál debamos pasarlo nosotros.
De eso me di cuenta hace muchísimo tiempo, mucho antes de nosotros y
desde que lo supe lo tuve presente en mi vida, cuando supe definir
que se estaba
volviendo de cierto modo algo tóxico decidí terminarlo, porque
quiero lo mejor para ti y para mi. Ambos merecemos una persona que si
nos haga bien, que si nos brinde paz y un poco de estabilidad,
que nos de lo que tú y yo hemos dejado
perder, nos merecemos lo mejor, lo que tú y yo teníamos ya
estaba muy
lejos de serlo, perdimos el rumbo de la
relación y ahora míranos aquí, entablando esta conversación,
dándole un punto y final y ahora sí a
decir adiós.

Y
como dice la canción: Ya no importa quién dio más, ya no hay nadie
a quién culpar. Los dos cometimos errores, sí; y aunque duela aquí
estamos, enfrentándolos cada quien por su lado, ambos tuvimos
diferencias que fueron difíciles de superar, ambos quisimos pero ya
no se pudo más, debemos tener claro que no fue uno
el culpable, fuimos ambos. Ambos nos perdimos e hicimos perder lo que
teníamos, Dios, la vida o el universo decidieron la culminación de
nuestro momento solo queda aceptarlo y perdonarnos, tener la
esperanza de reencontrarnos en algún cierto y nuevo momento de
nuestras vidas ya estando sanos, ya estando libres de lo malo, ya
siendo más humanos. Esto no es más que
una nueva oportunidad para ambos liberémonos
de todo lo malo que nos ocurrió, estemos plenos por todo lo bonito
que sucedió, recordemos lo que la otra persona nos enseñó y
hagamos como esa frase que dice: lo malo a nuestro alrededor debemos
tomarlo como combustible para hacer crecer un poco de luz. Busquemos
nuevamente nuestra luz, en este nuevo
comienzo, en esta nueva vida para que sigamos creciendo y aprendiendo
de todo aquello que cruce nuestro caminar en este plano materialista
y si en esa búsqueda más adelante nos volvemos a reencontrar pues:
Hola, ¿cómo te va?.
Ahora, te deseo siempre lo mejor, nos
deseo siempre lo mejor y ahora sí, adiós.
-G
Comentarios
Publicar un comentario
Si quieres decirme algo, puedes comentar aquí