Muchas
veces creemos que perdonar es una especie de humillación, de dar
nuestro brazo a torcer, una derrota y la verdad, el perdón no es una
cuestión de dignidad y
mucho menos una humillación, dichoso aquel que sabe perdonar y
perdonarse a sí mismo. Pues, el perdón
va mucho más allá de perdonar a alguien que nos haya hecho mal.
Perdonar, es perdonarnos a nosotros; porque ¿Qué sentido tiene
“perdonar” a otra persona cuando aún nosotros mismos seguimos
reprochándonos muchas cosas? ¿Qué logramos con seguir sintiéndonos
mal con nosotros mismos y odiándonos?. Y no porque hable de esto
significa que soy la que más a perdonado, a decir verdad me cuesta
mucho, no tanto para con otros sino conmigo y de cierto modo está
bien, porque eso les hace saber que como ustedes también soy una
más. ¡Claro que me a costado y me cuesta perdonar! Pero, he
aprendido un poco… aunque mi vida haya vuelto a estar patas arriba
muy en el fondo todavía me queda eso que aprendí mientras viví
sola, practicar el
perdón conmigo misma. He tenido experiencias cercanas en cuanto a
perdonar, fue maravilloso; sin embargo sé que aún me falta
demasiado y más ahora, después de que mi vida volvió a cambiar
siguen cosas que hay que perdonar y soltar.
Existe
una paz cuando decidimos perdonar, es duro, es difícil y es hasta un poco
tedioso, pero, es necesario; cuando damos ese paso de aceptarnos en
conjunto con nuestros errores y decidimos curarnos esas heridas
autoinflingidas, nos damos cuenta de que así podemos curar y
perdonar a los otros. Sería un poco hipócrita de nuestra parte
decir que perdonamos a alguien cuando jamás nos hemos sentido
capaces de perdonarnos.
¿Por qué es un proceso difícil? ¿Por qué duele tanto?
Esperamos mucho de nosotros mismos, porque sabemos que podemos hacer
más y no lo logramos, la autodecepción es algo que todos conocemos
pero no apreciamos,
este y muchos otros sentimientos nos aturden, perdiendo en sí:
Respeto. Nuestro respeto, nuestra fuerza, por eso es difícil
perdonarnos, porque nos traicionamos, pero está bien, está bien
sentirse mal, está bien saber que fallamos. Para lograr lo que
queremos, para perdonar en lo que fallamos, luego de reconocernos,
amarnos y crecer, tenemos todo un mundo por delante al cual podemos
cambiar.
¿Y
qué tiene de malo querer cambiar el mundo? ¿Qué tiene de malo
practicar el perdón? Como dije antes, dichosos
aquellos que saben perdonarse a sí mismos y perdonar a los demás.
Hay
que dejar atrás todos esos cuestionamientos que nos hacemos a
diario, hay que soltar todo lo que nos hace seguir estancados, hay
que empezar a brillar con nuestra propia luz e impulsar a que otros
brillen también.
-
G&A
Post
escrito en colaboración con: Alejandro J. Vásquez.
Síguelo en Instagram: @alejvxsquez
Recuerda que en el Instagram Oficial del Blog (@DeOtroPlanettaBlog) me he juntado con otros escritores muy talentosos y estamos publicando post de cada uno, así como colaboraciones entre todos. ¡Síguenos y sigue las demás redes del blog!
Instagram:
@DeOtroPlanettaBlog
Facebook:
De Otro Planetta
Twitter:
@DeOtroPlanetta_
Siempre he pensado que eres psicóloga, y hoy me lo confirmaste. Gracias por este post, muy bueno y educativo.
ResponderEliminarGracias a ti, por leer, por el apoyo, por compartir este amor por la escritura y por siempre estar ahí, en esta aventura. Gracias por tanto, un abrazo♡
Eliminar